MITOS DE LAS REDES SOCIALES


Miedo, bastante miedo, es lo que tienen algun@s a esta invasión, la de las nuevas tecnologías, la de Internet, la de las redes sociales y todo lo que supone este tipo de avances. Supongo que pasaría lo mismo cuando se inventó la tele, o el teléfono..., miedo a lo desconocido, casi tod@s lo hemos sufrido alguna que otra vez.

Pues bien, parece ser, según algunos estudios, que la cosa no es para tanto, sobre todo en lo que se refiere a adolescentes y redes sociales. Que si están enganchad@s, que si quedan con cualquier desconocid@, que si ya no se relacionan con l@s demás... pamplinas. No digo que no ocurra, pero como también existen muchos riesgos en la calle y hay quien no los tiene en cuenta, éso sí, son minoría. Puede ser que durante una temporada se esté más enganchad@ por diversas circunstancias, pero éso no quiere decir que todo el que pase por ésto vaya a tener problemas en el futuro.

Lo investigado hasta el momento indica que la mayoría es consciente de que su privacidad puede correr algún peligro en las redes sociales, por lo que toman precauciones para protegerla (cambiar las contraseñas, aceptar a personas conocidas o no compartir sus datos personales). Tampoco se pasan horas y horas delante de su ordenador dejando a un lado la relación con sus amig@s.

Normalmente los avances son buenos, y casi siempre los excesos son malos. Pero por lo que se ve, no es tan alta la cifra de la gente que se pasa de la raya. Esto no quiere decir que se deban tomar ciertas precauciones, por ejemplo, colocar el ordenador en una zona común de la casa.

Así que, señor@s adult@s, pierdan el miedo que no es para tanto...
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AL LORO CON LAS COLILLAS...


Si a partir del 1 de enero tendremos que mirar muy bien dónde fumamos, a partir de ahora mismo, y depende del lugar donde nos movamos, cuando fumemos en la calle tendremos que mirar bien dónde tiramos las colillas y cómo las tiramos.
En Barcelona han multado a un chico por tirar una colilla en plena vía, pero la cuantía no es una chorrada: 90,15 euros!!! Está bien que quieran mantener la ciudad limpia, pero deberían perseguir de la misma manera al que tira la colilla como al que tira un papel o un chicle, por no hablar de los que dejan la caca de su perro en medio de la acera y se van tan frescos...
Estamos de acuerdo en que fumar es totalmente perjudicial para la salud, que hay que apoyar en todo lo que se pueda a los fumadores que desean dejarlo, pero tampoco hay que llegar al acoso y derribo.
Total, que sale más barato viajar en metro sin billete (unos 50 euros), que tirar una colilla al suelo.
Y si nos interesa tanto la limpieza, no estaría de más colocar ceniceros en las papeleras, porque fumadores hay muchos, y colillas, todavía más. Seamos cívicos y después de apagar la colilla, tirémosla a la papelera, aunque ésta no tenga cenicero.
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